Era la oportunidad que tanto esperaba

Mi nombre es Heisy Yasmín Andrade, tengo dos hijas y vivo aquí en la aldea Villamí, Gracias, Lempira en Honduras. Esta comunidad queda bastante accesible y colinda con la carretera principal que conduce al municipio, aquí en esta comunidad la gente es muy trabajadora. Sin embargo, esta comunidad tiene una característica un poco desagradable y es que se dan muchos casos de violencia de género, también se han dado casos de femicidios, la mayoría son mujeres que han muerto en manos de sus esposos.

Yo no he sido la excepción, a pesar de que conviví con mi padre y mis dos hermanos, pues una vez que me casé comencé a vivir en violencia y finalmente me separé de mi esposo y él prácticamente me quitó la casa, sabiendo que era de los dos porque yo también le ayudé a construirla, sin embargo, me echó de la casa y tuve que buscar a mi familia para que me apoyaran.

Pero la vida me golpeó doblemente cuando mi Padre se murió hace un año, a causa de un cáncer terminal, y mi hermano mayor también perdió la vida cuatro meses después de la muerte de nuestro papá. Quedé prácticamente sola y con muchas responsabilidades, porque no solo tenía que cuidar y velar por el bienestar de mis dos hijas, sino de mi hermano menor y los hijos de mi hermano fallecido, aún y cuando mi cuñada vive, pero sentíamos que debíamos apoyarnos la una a la otra.

Todos mis sueños y esperanzas se frustraron, mi hermano había sido mi gran motivador y apoyo, él me motivó a emprender, pero cuando por fin había dado los primeros pasos para iniciar con un pequeño negocio, pasó toda esta tragedia. No sabía qué hacer, entré en depresión algunas personas me ayudaron para recibir terapia y poder salir de esta situación tan dura que estaba viviendo.

Un día un canal de televisión local que se llama GRT, me hizo una entrevista y di mi testimonio, fue allí donde la facilitadora del OCDIH (Sully) me vió en las noticias y días más tarde me visitó para hablar conmigo y hacerme una propuesta de apoyo de parte de un proyecto de empoderamiento económico para las mujeres sobrevivientes de violencia, yo no sabía nada de esta institución, nunca había participado en ningún proyecto y sentí que era la oportunidad que tanto esperaba para poder continuar con mis sueños y poder levantarme por mi familia.

Al ver que tenía tantas necesidades principalmente económicas y emocionales, que me tenían sin fuerzas y estancada tomé la decisión de involucrarme en este proyecto. Gracias a Dios y al proyecto financiado por Diakonia he logrado continuar con mi negocio de comida que lleva por nombre: ¨"Delicias Papá Chepe¨", es en honor a mi Padre que ya falleció. El proyecto me ha apoyado sobre todo en la construcción del techo ya que antes solo era la caseta y no tenía un espacio donde las personas pudieran comer sus alimentos, además que aquí es un lugar de espera porque estamos en el desvío hacia las comunidades y la gente quiere esperar carro, pasar el agua, cubrirse del sol, entonces vienen acá a esperar y ya ellos me consumen un cafecito, una baleada y eso me ayudó a dinamizar más la económica de mi emprendimiento.

A parte del cambio físico que se le hizo a mi negocio y el poder dinamizar mi economía, también el conocimiento es un gran cambio para mí, ya que el proyecto no solo da el capital semilla, sino que también hay procesos de formación y en lo que nos enseña se nos enriquece más el conocimiento, por ejemplo: yo vine a conocer sobre libros contables, como manejar el negocio, conceptos sobre: ¿Qué es un negocio?, activo, pasivo, sobre el ahorro y su importancia, todo esto a través de las capacitaciones. Este negocio me ha ayudado a diversificar e invertir en otro pequeño negocio con ropa por el momento lo tengo acá en este local, he aprendido mucho a través de las capacitaciones, muchos temas que yo desconocía en la parte de negocios.

Todo esto me ha ayudado para levantarme de esa depresión en la que estaba y sobre todo he ido saldando deudas que mi Padre tenía y que yo asumí una vez que él murió. He tenido que asumir la responsabilidad del pequeño patrimonio familiar que nos dejó y sacar adelante a toda esta familia que me ha quedado. Mis sueños son muy grandes, quiero que pase de ser una caseta a un gran comedor que tenga renombre, que sea referente, que muchísima gente sepa que es comidas Papá Chepe, por eso he invertido bastante en la imagen del negocio, que sea un lugar bonito, acogedor, tenga una propia página para el negocio y mi sueño es que el negocio siga creciendo y sustentando a mi familia.

Información del proyecto:

Iniciativas productivas y empresariales implementadas y/o fortalecidas generando ingresos económicos y alimentos a familias vulnerables con énfasis en mujeres es un proyecto implementado por OCDIH con apoyo de Diakonia. 14 Mujeres emprendedoras, en su mayoría son madres solteras han participado en el proyecto. Muchas de ellas son sobrevivientes de violencia de género y se han involucrado en el proyecto a través de los procesos de formación en temas violencia de género, participan en espacios fomentados por las redes de mujeres y han logrado identificar su potencial de emprendedoras y administradoras de sus propios ingresos. Ellas inspiran a otras mujeres con sus testimonios impactantes y son referentes para motivar a las demás mujeres a salir de las diferentes situaciones difíciles que están afrontando en sus vidas.