Crónica

Carta de Gaza: Tengo mucho miedo

14 noviembre, 2023

La situación en Gaza es cada día más desesperada. En medio de la guerra se encuentran los niños que participan en el proyecto “Libros para la niñez”, de nuestra socia, El Instituto Tamer, en estos días recibimos una carta de una de las personas que trabaja con el proyecto: Ziad Mousa, que está atrapado en La ciudad de Gaza.

-A pesar de que miles de familias de La Ciudad de Gaza han dejado la zona, mi familia y yo no hemos podido irnos, escribe Ziad.

Muchas familias huyeron al sur, a zonas que se había dicho que eran seguras, pero los militares israelís bombardearon allí también.

–Durante uno de estos ataques, 70 personas perdieron la vida. Esto hizo que comprendiera que no hay lugares seguros en Gaza. Huir no necesariamente significa que se garantice la sobrevivencia, cuenta Ziad.

Panorama de Jabaliya, Gaza, 11 de oktubre 2023.

En la guerra, las noches son muy difíciles. Ziad tiene miedo de dormir y las noches cada vez parecen más largas. Se queda despierto mientras que su familia intenta descansar, lo que también es difícil por los bombardeos.

–Mi tarea es clara: debo estar despierto, listo para cualquier situación de emergencia que pueda surgir. En estas horas terribles, en la noche, mis pensamientos siempre están con mi familia.

Veo sus rostros, cada rasgo, y el miedo que se refleja en ellos. Escucho sus pesadillas y alucinaciones, y el miedo que me embarga es sofocante. El miedo de perderlos, o de que ellos me pierdan a mí. En estos momentos repugnantes, desearía que mi existencia pudiera convertirse en un lugar protector para mi familia, un lugar donde la tormenta malvada que nos rodea no pueda entrar, escribe él.

–Cuando llega la mañana, estamos agradecidos de haber sobrevivido la noche. De que todavía estamos vivos.

Miles de personas, muchas de ellas niños, han muerto en este mes de guerra en Gaza. Cientos están desaparecidos bajo los escombros.

–Nadie ha sido responsabilizado por esto. Los muertos no son solo números. Detrás de cada número hay una persona con sueños, historias y deseos que aún no se han cumplido. Estos eventos no son naturales ni defendibles, van en contra de principios considerados fundamentales en todas las religiones, constituciones, leyes internacionales y convenciones, escribe Ziad.

Ziad vive en constante temor de perder amigos, familiares y vecinos. Habla de su amigo cercano, Mohammed Sami Quraiqa’a, de 24 años, que murió en la explosión en el hospital Al Ahli. Mohammed, que era aproximadamente de la misma edad que Ziad, era un artista ambicioso que también trabajaba como líder en el Proyecto de Libros para la niñez.

–Nos veíamos casi todos los días. Era tan positivo, creativo y siempre estaba dispuesto a colaborar. Solía hablar de sus planes e ideas, él llevaba tanto amor y esperanza.

Antes de que el hospital explotara, Mohammed había reunido a un grupo de niños, que al igual que él habían buscado refugio allí, con la esperanza de que fuera seguro. Jugaba con los niños, los escuchaba y les brindaba apoyo psicosocial. Les ayudaba a olvidar la guerra por un momento. Estos niños también murieron.

Mohammed Sami Quraiqa’a unos días antes de la guerra.

–Su esperanza, sus sueños fueron borrados y enterrados junto a ellos. Esa noche fue una de las más difíciles que he experimentado, escribe Ziad.

Al mismo tiempo que Ziad habla de su amigo Mohammed, está preocupado de que su tiempo no sea suficiente para contar sobre todas las otras almas jóvenes que le son cercanas, como Khalid, Salah, Lamia, Youssef, Ahmed, Mohammed, y el niño pequeño, Hala.

–Las casas de mis amigos, sus pertenencias, sueños y esperanzas ahora solo existen como fragmentos de un recuerdo pasado, escribe Ziad.

Ziad quiere lo que todos los seres humanos desean. Una vida tranquila.

–Nadie anhela morir y a nadie le gusta la guerra y el asesinato. Todos compartimos el deseo de vivir, de estar bien. Mi deseo es que este río de sangre cese, para que no perdamos más amigos, padres y vecinos.

Y se dirige a todos nosotros cuando dice:

–Es responsabilidad de la comunidad internacional y del mundo asegurar de que se cumplan las leyes internacionales, sin discriminación. Israel debe ser responsabilizado por sus crímenes contra los palestinos.

Dice que ahora hemos alcanzado un punto de inflexión.

–Estamos cansados, agotados de la violencia interminable, por la destrucción que nos persigue cada día debido a la ocupación israelí. Nosotros, los palestinos, queremos nuestros derechos legítimos como el resto de la población del mundo libre.