Nicaragua

Cierre forzado de nuestro trabajo en Nicaragua

El 16 de agosto de 2021, el gobierno nicaragüense dispuso la cancelación definitiva del Registro y número perpetuo de Diakonia en el país. Esto a pesar de haber cumplido rigurosamente, en tiempo y forma, con todos los requerimientos del Ministerio de Gobernación (MIGOB), atendiendo sistemáticamente sus solicitudes, recomendaciones y facilitando la labor de las autoridades, a como se establece en el marco normativo que regula las actividades de las ONGs en el país.

Diakonia ha trabajado en Nicaragua por más de 40 años brindado apoyo a organizaciones nacionales. Durante este tiempo, creamos una estrecha relación con la sociedad civil del país y con autoridades de gobiernos locales. Juntos trabajamos por un desarrollo equitativo para las personas que viven en situación de pobreza, vulnerabilidad e injusticia, desde un enfoque de derechos humanos, justicia de género y democracia.

En los últimos cinco años, se atendió de manera directa a 28 mil personas con proyectos de agricultura, soberanía, seguridad alimentaria y resiliencia, logrando mejorar significativamente la situación económica y de seguridad de las familias atendidas.

Durante nuestros años en Nicaragua, siempre hemos trabajado con base en nuestros valores: solidaridad, valentía, compromiso, justicia y responsabilidad como fundamentos de nuestro accionar; cumpliendo y dando a conocer las leyes que regulan el ejercicio del sector de ONGs. Aplicando y compartiendo procesos de transparencia y rendición de cuentas tanto hacia los donantes como hacia los/las sujetos/sujetas titulares de derecho y cuando ha sido posible, se han desarrollado acciones coordinadas con autoridades locales, como lo soportan proyectos desarrollados en la Costa Caribe y en el norte del país.

La situación humanitaria en Nicaragua hoy es extremadamente grave debido a la pandemia del coronavirus y la destrucción ocasionada por los huracanes ETA e IOTA que impactaron en el país a finales del año 2020. Aún persisten los efectos en la pobreza y la falta de acceso a necesidades básicas en muchas familias nicaragüenses.

La decisión del gobierno de detener nuestro trabajo es un golpe fuerte para las personas más vulnerables de Nicaragua, como lo son las mujeres y jóvenes de pueblos indígenas y afrodescendientes de la Costa Caribe, así como de comunidades rurales que ahora pierden el apoyo de Diakonia.

Reiteramos nuestra esperanza de poder retomar, en un futuro cercano, el cumplimiento de nuestro compromiso con las poblaciones y comunidades con quienes hemos trabajado durante tanto tiempo, y que llevamos en nuestros corazones.