Honduras

Ciber-activismo

-Siempre tenemos miedo. No hay seguridad para nosotras las mujeres. No vivimos en libertad porque no podemos salir cuando está oscuro. Hay mucha violencia sexual en las calles y mucha violencia en los hogares, dice Cristina, que vive en el área La comuna 33.

Honduras es un país peligroso para las mujeres. La cantidad de femicidios es una de las más altas del mundo. En los barrios y suburbios de las afueras de la capital, Tegucigalpa, hay grupos delictivos organizados, como "Las Maras Salvatruchas", que restringe a las mujeres a vivir en libertad.

Debido al control que estos grupos tienen en algunos vecindarios, es difícil para las mujeres expresarse en público. Si denuncian violencia doméstica u otros abusos, corren el riesgo de sufrir reacciones violentas.

Diakonia ha trabajado desde 2004 con la organización Visitación Padilla, que trabaja para que las niñas y mujeres obtengan información sobre sus derechos. Pero, debido a la violencia en las afueras de Tegucigalpa, muchas mujeres no pueden abandonar sus hogares para participar en las diversas actividades que ofrece la organización. Por lo tanto, Visitación Padilla comenzó a pensar fuera del marco con el fin de encontrar formas nuevas e innovadoras para combatir la violencia sexual. Al mismo tiempo, la organización quería llegar a más mujeres jóvenes. El resultado fue el "ciberactivismo".

Generación feminista

El proyecto de ciberactivismo se inició en 2016 y está dirigido por diez mujeres jóvenes de entre 18 y 30 años.

-Hablamos sobre los derechos de las mujeres y el feminismo de una manera divertida y directa. Usamos imágenes, videos y memes con mensajes cortos que se publican en las redes sociales. Es una manera de contactarnos con nuestro grupo objetivo, dice Paula, miembro de Generación feminista.

El contenido que se publica en las redes sociales trata principalmente sobre los derechos sexuales y reproductivos o sobre la violencia sexual.

-Nuestros memes son una forma de sátira política. Detrás de cada meme hay un pensamiento y una opinión que se explica a través del sarcasmo. Se trata de no solo discutir temas de manera seria, formal o académica, sino también de una manera que lo haga interesante para los jóvenes. Además, el humor es una estrategia para soportar estos temas pesados, llenos de violencia y sufrimiento, dice Paula.

Soporte a través de la computadora y del celular

A través de Facebook en particular, han creado un espacio seguro para el diálogo con niñas y mujeres jóvenes.

-Recibimos muchos mensajes de mujeres jóvenes que no tienen con quién hablar. Les brindamos información sobre dónde pueden recurrir, por ejemplo, para obtener asesoramiento y apoyo legal. Poder compartir el conocimiento con las jóvenes y mujeres que han estado involucradas en situaciones violentas es valioso, dice Paula.

Generación feminista usa "mapas para denuncias" para informar a las mujeres dónde pueden obtener ayuda si han sido sometidas a violencia. También ofrecen apoyo y seguimiento con las mujeres afectadas en caso de realizar una denuncia policial. Esto les ha dado a las mujeres jóvenes en los suburbios de Teguicalpa nuevas oportunidades para lograr justicia.

-No podemos obligar a nadie a ir a la policía si ha sido sometida a violencia. Pero podemos apoyarlas, estar presentes y guiarlas sobre cómo abandonar una relación violenta y destructiva, dice Carolina, miembro de Generación feminista.

Gran desarrollo de las chicas

El resultado principal del ciberactivismo como herramienta es que Generación feminista ha logrado alcanzar un nuevo grupo objetivo; chicas jóvenes en situaciones muy difíciles, y que han usado las redes sociales como método para crear cambios.

-Creo que tenemos la oportunidad de llegar a las mujeres jóvenes, y que confíen en nosotros como nosotras somos tan jóvenes como ellas. Hablamos el mismo idioma y entendemos sus problemas, dice Paula.

-Vemos una gran diferencia entre las chicas, desde antes de unirse al grupo y ahora después. El empoderamiento es visible. Son muy fuertes en las discusiones ahora. Defienden sus derechos y motivan a otras niñas y mujeres jóvenes en sus áreas a aprender más, concluye Cristina, coordinadora de Visitacion Padilla.